Una alternativa de sostenibilidad comprobada permite que uno pueda tener un huerto sin tener en propiedad el terreno necesario para producir alimentos.
Hace más de una década, un movimiento inglés llamado LandShare, promovía lo que ellos denominaron Huertos Compartidos, buscando que las personas con pequeñas parcelas o espacios de tierra sin uso, pudieran compartirlas con personas deseosas de cultivar, a cambio de recibir en trueque parte de los productos generados para consumo propio.
Esta iniciativa utiliza el internet para poner en contacto a quienes quieran disfrutar de la experiencia de tener un huerto y cosechar su propios vegetales, verduras y frutas, de manera orgánica; con aquellas personas o instituciones que posean una porción de terreno libre y sin uso, que no tengan tiempo o deseos de trabajarlas.
El espíritu de este proyecto es impulsar los huertos para el autoconsumo y el consumo responsable. Es una idea simple y optimista.
En el caso de Guatemala, tenemos acceso cercano a los alimentos, aún así la idea no deja de ser tentadora para aquellos que deseen cultivar su propia comida. En Gran Bretaña, lugar de nacimiento de esta idea, el 80% de la población vive en pueblos y ciudades, la comida que llega a estos lugares viene de otras ciudades, incluso de países lejanos. Se ha hecho el cálculo que se necesitan cerca de 4 barriles de petróleo por personas para poder alimentarse cada año.
Esta es una de las razones por lo cual este tipo de conceptos están creciendo en varias partes del planeta, ya que además de producir su propia alimentación, las personas buscan una opción que disminuya las emisiones de carbono y otro tipo de contaminación generada en el proceso de transporte de los alimentos.
Otro de los factores positivos de este modelo de producción, es el sentido de comunidad y participación que se genera, principalmente en zonas en dónde las afectaciones del cambio climático han puesto en riesgo la soberanía alimentaria de las comunidades, proponiendo soluciones locales y regionales para atender las necesidades de las familias que requieren llevar alimentos a sus hogares pero que no disponen de la tierra necesaria para poder realizarlo.